
Neuromarketing: ¿qué es y para qué sirve?
Hoy en día, los usuarios estamos bombardeados con multitud de campañas y anuncios publicitarios. No deseada e intrusiva, esta sobrecarga informativa genera fatiga y apatía en los consumidores.
Pero entonces, ¿cómo podemos crear mensajes eficientes y relevantes para nuestro público objetivo? ¡En Diana te lo contamos!
Cerebro y Marketing
Aunque desde el siglo V a.C. algunos filósofos ya aventuraban que el cerebro tenía algo que ver con las reacciones fisiológicas y emocionales del ser humano, desde hace alrededor de medio siglo las disciplinas médicas y científicas que estudian el cerebro apoyan a la psicología para poder explicar los procesos mentales y las bases biológicas implicadas en el comportamiento.
A este compendio de áreas que trabajan juntas se las llama «Neurociencias», y el marketing las está utilizando para llegar mejor a su cliente potencial. Se apoya en las novedades tecnológicas que están saliendo de los laboratorios para ponerse al alcance de la industria y el retail.
¿Qué es el neuromarketing?
En un escenario lleno de publicidad masiva y en ocasiones escandalosamente llamativa, a la que es posible que ya empecemos a ser inmunes, el neuromarketing nos ayuda a generar reacciones involuntarias en los shoppers. Eso sí, siempre y cuando se usen los estímulos adecuados.
Sabemos que un alto porcentaje de decisiones de compra son inconscientes. Por lo tanto, se trata de conocer y comprender la reacción irracional del comprador frente a un producto o a un reclamo promocional para poder dar con la llave que activará esa zona del cerebro que provocará la compra.
¿Cómo funciona el neuromarketing?
A grandes rasgos, para conocer la reacción del shopper frente a un estímulo (producto o elemento publicitario), el neuromarketing utiliza diversas tecnologías que exploran los cambios funcionales, eléctricos o metabólicos en el cerebro, el movimiento de los ojos y los cambios en la piel.
Para incidir en el comportamiento del comprador, el neuromarketing utiliza la estimulación de uno o más sentidos para llegar a la parte inconsciente de cerebro de manera subliminal. Se pueden usar imágenes, sonidos y olores para propiciar un estado mental placentero que impulse la compra o que se asocie a la marca para ser recordada de manera más permanente.
También es útil estimular el tacto y el gusto, mediante packagings cuidados y degustaciones orientadas a ese fin.
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En Diana, agencia de Outsourcing Comercial, somos especialistas en crear experiencias de compra atractivas y diferenciales en el PDV: promociones y activaciones de marca, samplings y demostraciones de producto, diseño de packagings y merchandising…
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