Reposición: «Sin producto a la venta, no hay venta»
¿Qué pasa cuando un cliente no encuentra el producto que necesita, en el momento en que lo necesita?
Para los puntos de venta, disponer de los lineales llenos y en perfecto estado es imprescindible. En esta nueva entrada de Diana os contamos por qué y cómo podemos conseguir una presencia impecable en todos ellos.
«Sin producto a la venta, no hay venta»
Cuando un cliente entra en un punto de venta, su intención es comprar, y le resulta extremadamente molesto llegar a la estantería y encontrarla vacía.
Puede ser que no se haya hecho pedido, que el pedido no haya llegado, que el producto esté en el almacén y nadie lo haya sacado a la sala de ventas o, lo que es peor: el producto está, pero mal ubicado u oculto.
Para el shopper, el motivo es indiferente. La realidad es que no puede meter en su cesto el producto que necesita.
En esta situación, no solo se está derivando una venta hacia otra tienda, sino que van calando mensajes mentales, exagerados pero negativos como: “nunca hay nada”, “muchas veces no encuentro lo que busco”, “nunca tienen el producto X”… En resumen: esta tienda ha perdido una venta y, con alta probabilidad, un comprador.
Reposición en el lineal
Por ello, es necesario poner en su justo valor la labor de reposición del producto en el lineal. Un reponedor bien entrenado, además de sacar productos a la sala de ventas, realiza otras tareas muy importantes:
1. Se asegura de colocar el producto en su ubicación correcta:
Ya sea en lineales o en ubicaciones especiales como expositores y cabeceras. Esta simple medida evitará tener a clientes malhumorados recorriendo pasillos.
2. Intenta colocar la máxima cantidad de producto de manera razonable:
Esto no solo aumenta el tiempo de disponibilidad del producto, sino que maximiza su visibilidad y proporciona una imagen potente.
3. Cuida la limpieza, el orden y la estética de la colocación:
Es más agradable y ofrece más garantías al comprador.
En resumen, la labor del reponedor beneficia directamente a las ventas de la tienda, pero es una garantía para el fabricante, cuyas estrategias de marketing pueden fallar si no se asegura de tener suficiente producto a la venta.
Es por ello, que algunas industrias importantes colocan reponedores en los puntos de venta, para que, de manera exclusiva, velen por una inmejorable presencia en los lineales.
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